(historias del pueblo)
En las últimas elecciones no fui a votar, la yegua iba a parir y estuve a su vera todo el día. Al final se me hizo tarde. A los pocos días el Alcalde se encontró con mi cuñado y le preguntó por qué yo no había ido a votar.
Estoy pendiente de un permiso de obras del Ayuntamiento para la casilla del motor, esta vez voy a tener que ir a votar.
Pero además, yo no sé qué tengo que votar.
viernes, 3 de julio de 2009
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