(se han celebrado elecciones en las comunidades autónomas de Galicia y País Vasco-Euskal Herría, con unos resultados considerados positivos por el Partido Popular - PP, conservador, de derechas. Este es el comentario que me suscita el resultado electoral)
Si el PP presentase alternativas a la crisis, entendería que gane en Galicia y se mantenga en Euskal Herría.
Si en la campaña electoral el PP hubiera destacado por una nueva estrategia de conexión con la ciudadanía, entendería que gane en Galicia y se mantenga en Euskal Herría.
Si internamente el PP presentase un partido unido, uniforme, fuerte y el resto de las opciones posibles tuvieran pendiente resolver acusaciones de corrupción, escuchas telefónicas o luchas por el poder, entendería que gane en Galicia y se mantenga en Euskal Herría.
Si en las comunidades y los ayuntamientos en los que gobierna el PP la situación fuera sustancialmente mejor que en los demás, entendería que gane en Galicia y se mantenga en Euskal Herría.
Pero si no es así, ¿por qué no presenciamos un auténtico debacle electoral del PP con la emergencia de nuevas opciones políticas, de fuerte impacto en esos parlamentos autonómicos (no me refiero a conseguir un escaño, llegar a cuatro, o, haciendo mil sumas, conseguir otra cara en la presidencia, pues en esos casos dudo del impacto)?
Inevitablemente, me hace recordar una conversación mantenida hace unos días en la que analizábamos la situación actual y en la que advertimos el peligro de posiciones ultraconservadoras, neofascistas, racistas o xenófobas en tiempos de crisis y depresión.
¿Seremos capaces de articular una alternativa ilusionante, clara, vital, integral, que abra un nuevo escenario, que frene tentaciones autoritarias, que dé luz en tiempos de oscuridad? Pongámonos manos a la obra.
lunes, 2 de marzo de 2009
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